Muchos de los proveedores que suministran la oferta del gigante Amazon eran vendedores residentes en el continente asiático. Esta cifra ha aumentado en el último año en donde estos comerciantes chinos abarcaron hasta el 75% de los vendedores de la compañía estadounidense.
Este auge por los comerciantes chinos no sólo se da en Amazon, sino que otros portales de comercio electrónico como eBay o AliExpress se encuentran en la misma situación y dicho movimiento viene motivado por la inmensa competencia interna existente en el mercado chino, por lo que sus vendedores han de buscar otros comercios donde poder ofrecer sus artículos.
Esta tendencia, sin embargo, ha sido eliminada recientemente por Amazon pues eliminó de su propio comercio a algunos vendedores chinos. El objetivo de esta suspensión no es más que asegurar el comercio y la autenticidad del producto, por lo que incluso las reseñas de estos artículos han de ser veraces.
Esta nueva estrategia ha sorprendido a los vendedores chinos, pese a que esta actitud por parte de Amazon ya había ocurrido con anterioridad al eliminar otras cuentas por violar su normativa interna. Sin embargo, esta estrategia es la más gravosa de todas.
Conforme la competencia aumenta entre estos comerciantes chinos, aumentaron ciertas conductas ilegales, por lo que era de imperiosa necesidad encontrar una solución ante estos comportamientos.
Algunas de estas conductas ilícitas son las de la manipulación de la reseña, por lo que el comprador que decida en base a éstas quizás prefiera comprar un producto frente a otro.
Incluso se ha llegado a utilizar la desviación de los compradores de Amazon hacia las propias páginas web de las marcas que ofrecen su producto a través del gigante estadounidense, por lo que evidentemente ello supone una práctica ilícita en el sector del comercio electrónico.
Pese a que estos actos ya venían siendo practicados desde hace tiempo, el detonante fue la violación de datos por SafetyDetectives, implicando incluso a más de 200.000 personas pues contenían mensajes directos entre esos comerciantes de Amazon que solicitaban estas reseñas falsas de los compradores.
El mayor problema de estas conductas radica en que es muy complicado erradicarlas todas, por lo que Amazon y el resto de las compañías similares han de trabajar en controles y estrategias que implementen la salvaguarda del contenido interno reduciendo el riesgo de este tipo de conductas.
Sin duda, cada día es más difícil eliminarlas por completo pues la tecnología permite a estas marcas trabajar con mayor facilidad ilícitamente. Asimismo, el coste de estas estrategias para reducir estos comportamientos es muy elevado.
El futuro quizás venga precedido por verdaderas estrategias dirigidas a acabar con estas prácticas, por lo que el comercio chino podrá estar presente en el comercio electrónico siempre y cuando no cometa conductas ilegales e ilícitas.
Sin duda, el sector legal se encuentra en vilo ante estas conductas que lejos de ser una cuestión que afecte a los proveedores de comercio electrónico, es una cuestión que redunda en el cliente final pues en numerosas ocasiones no conoce quien es el vendedor de su producto.
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