La motivación de los trabajadores en la prestación de servicios es uno de los principales motores de la productividad, y, en definitiva, permite un mayor rendimiento laboral. A menudo, los trabajadores tienen que hacer malabares para poder cumplir con sus obligaciones laborales y familiares. A estos efectos, la empresa puede y debe favorecer esa conciliación, para que, en última instancia, pueda ser win-win para ambas partes.
En virtud de la normativa laboral actual, esta conciliación se considera como un derecho del trabajador. No obstante, no se trata de un derecho absoluto, pues será la empresa la que decidirá las medidas y condiciones para facilitar la conciliación, con la salvedad de aquellos supuestos protegidos legalmente y referidos a periodos de descanso, vacaciones y permisos, todos ellos contemplados en el artículo 37 del Estatuto de los Trabajadores.
A estos efectos, la empresa puede promover un plan de medidas de conciliación familiar y laboral. Existen diversas medidas que pueden aplicarse al trabajador en aras de facilitar la conciliación.
Antes de entrar en materia, ¿Qué son las medidas de conciliación familiar y laboral? Son esas medidas que posibilitan que los trabajadores compatibilicen el ámbito laboral con el ámbito personal, de manera que las necesidades u obligaciones familiares no impidan ni dificulten el desarrollo de los servicios en la empresa.
Actualmente, como consecuencia de la pandemia, se ha podido comprobar que el teletrabajo es una opción viable. Esta metodología de prestación de servicios es idónea en los casos de maternidad o paternidad del trabajador, ya que permite cumplir con las obligaciones familiares y profesionales. En caso de que no fuera posible plantear el teletrabajo absoluto por las necesidades de la empresa, podría plantearse una combinación del trabajo presencial y el trabajo en remoto. De esta manera no solo se beneficiaría al trabajador, sino también a la empresa, ya que tendría que asumir menos costes, y se dispondría de más espacios libres para promover proyectos o reunirse con clientes.
La flexibilidad horaria es otra alternativa que puede ofrecer la empresa, permitiendo al trabajador que ajuste su horario en función de las necesidades familiares que puedan surgirle, siempre cumpliendo con la jornada de trabajo pactada. De esta manera, el empleado quedaría satisfecho y mostraría un mayor rendimiento.
Otra medida que puede brindar la empresa es establecer una jornada intensiva de trabajo. De este modo, permitiría al trabajador disfrutar del tiempo libre con su familia, todo ello sin haber incumplido sus obligaciones.
En relación a la conciliación por el cuidado de niños, la empresa puede disponer de guarderías en el centro de trabajo, o bien reservar determinados espacios privados para los casos en los que las madres tengan que amamantar a sus hijos. Esta medida proporcionaría tranquilidad a los trabajadores que se encuentren en esa situación y, por ende, mantendría el nivel de rendimiento.
Todas las medidas de conciliación familiar y laboral ofrecen grandes beneficios en la plantilla, e, indirectamente, repercuten en mejores resultados. Por un lado, mejora el ambiente de trabajo, la satisfacción personal, y reduce el estrés inherente a los conflictos laborales. Por otro, redunda en la buena imagen de la compañía.
Hay empresas que miran más allá de la implantación de medidas de conciliación, y que consideran que el mayor activo que tienen son sus propios trabajadores, en tanto que son el principal motor del funcionamiento de la empresa. Este tipo de visión empresarial es más proclive a facilitar esa conciliación de la vida laboral y familiar, pues ello redundaría en un mejor clima laboral y una mayor productividad, al fomentar la dedicación y lealtad del trabajador.
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