El concepto de planificación fiscal es un tema medianamente desconocido, en muchas ocasiones se piensa en ahorrar solamente en las operaciones cotidianas que se realizan diariamente en la economía familiar, se busca el precio más bajo para conseguir el ahorro deseado, pero en la mayoría de las operaciones que realizamos no pensamos que el ahorro puede venir de una carga impositiva menor, se piensa que al realizar cualquier operación esta intrínseco el pago de la tributación, que es fija y que no se puede hacer nada para poder minorarlo incluso eliminar dicha imposición para conseguir un mayor ahorro. En este punto, se tiende muchas veces a confundir el término de la planificación fiscal o conseguir un ahorro fiscal, con la evasión fiscal, términos totalmente distintos.
La evasión fiscal consiste en eludir de forma ilícita la carga tributaria con el objetivo principal de evitar el pago del impuesto, actuación que en la mayoría de ocasiones tendrá el efecto contrario que el de conseguir un ahorro, ya que las sanciones por parte de la agencia tributaria son bastante altas. La planificación fiscal consiste en evaluar la influencia que van a tener en nuestra economía la carga impositiva y cómo actuar conforme a ese conocimiento para que el impacto de la imposición sea el menor posible, conforme a la legislación del sistema tributario. Por tanto, se trata de analizar de forma exhaustiva que ingresos o bienes tenemos, cuales son los gastos asociados a ellos y en base a ello, decidir qué acciones se pueden llevar a cabo para ayudarnos a conseguir la mayor optimización posible de la carga fiscal asociada a los mismos.
Para realizar una correcta planificación fiscal se tiene que tener en cuenta algunos aspectos. Lo primero, es conocer el sistema tributario español y la tributación internacional, que serán las herramientas legales donde se puedan encontrar las distintas alternativas, mediante bonificaciones, deducciones y exenciones que tiene la legislación de cada impuesto, para poder minorar o eliminar la carga tributaria. El segundo, es la importancia de donde se realice el hecho imponible, ya que la tributación de algunos impuestos está cedido a las comunidades autónomas y cada una de ellas dispondrá de diferentes bonificaciones y deducciones, por lo que una misma operación puede tributar de forma distinta dependiendo de la comunidad autónoma en donde se realice. Por último, tener información exhaustiva y actualizada sobre la actualidad fiscal, ya que las leyes tributarias de cada uno de los impuestos tienden a actualizarse año a año, con cambios importantes, por lo que tener el conocimiento de ellos hará que se pueda anticipar a dichos cambios y elaborar con antelación una buena planificación fiscal para conseguir una tributación mejor. Para englobar todos estos aspectos, es importante contar con asesores fiscales que puedan elaborar un plan específico de actuación frente a las distintas operaciones que realicen tanto las personas físicas como las jurídicas para conseguir un ahorro fiscal.
En LABE Abogados contamos con un departamento especializado en el área fiscal, donde elaboramos una planificación individualizada tanto a empresas como a particulares, estudiando de manera exhaustiva cada caso y ofreciendo un asesoramiento integral.