A la hora de efectuar el despido de un trabajador es muy común que el empresario cometa algunos errores si no tiene en consideración, algunas cuestiones tan importantes como; el preaviso a la hora de comunicar el despido, los tramites durante el proceso o incluso en la debida indemnización del empleado.
Para ello, desde LaBE abogados, especialistas y asesores dentro del mundo laboral, queremos destacar algunos de los principales errores ha tener en cuenta en el caso de un despido procedente, siendo este el más común y evitar así que se convierta en un despido improcedente, que es más caro o incluso puede considerarse nulo.
1. No comunicar por escrito el despido del trabajador
Este es uno de los errores más frecuentes dentro del mundo laboral ya que son muchos los que cometen la falta de no notificar por escrito al trabajador su despido. Un despido, al igual que cualquier otra forma de contrato debe comunicarse de manera escrita dejando de lado aquellos momentos de impulsividad para evitar malentendidos con el trabajador.
2. No establecer de forma clara las causas del despido
Durante el procedimiento de despido es necesario que se especifiquen de forma concreta, clara y precisa todos los hechos, marcando con exactitud las fechas concretas que constituyen la sanción de despido para que el trabajador conozca las causas que motivaron el mismo. Son muchos los empleadores que quieren despedir a toda costa a ese trabajador con el que no son muy afines y al no haber causas específicas de despido, el empresario opta por definir causas ambiguas y generalizadas que no se ajustan a un motivo real.
3. No tener en cuenta las circunstancias de cada trabajador
No hay que olvidar que algunos trabajadores están protegidos por la ley. Estas premisas podrían ocurrir en el caso de una mujer embarazada o incluso con representantes sindicales. Un error muy común es llevar a cabo un despido ignorando estas circunstancias.
También se suele dar la situación de que muchas empresas sabiendo estas condiciones en las que se encuentran determinados trabajadores opten por entorpecer la labor del trabajador para conseguir su renuncia voluntaria. Es un error muy común y que degrada profesionalmente al empleador además de poder convertirse en un problema judicial para la empresa.
4. Sancionar un comportamiento que se ha permitido o tolerado previamente por la empresa
Hay que tener en cuenta que si la empresa no ha sancionado previamente ciertos comportamientos no pueden castigarse de forma posterior con la máxima sanción siendo esta el despido. Lo más recomendado es que todas las conductas relativas a la empresa se documenten en un manual de conducta en el que se establezca su sanción en caso de incumplimiento sin dejar ninguna interpretación abierta. Es decir, aquellos comportamientos como el uso del vehículo propio de la empresa para algún asunto puntual personal deben de dejarse claros para todos los trabajadores y no se han de hacer distinciones entre el personal.
5. No poner a disposición del trabajador de manera efectiva y real su indemnización
Puede convertirse en una improcedencia si la indemnización al despedido se produce con posterioridad a la comunicación establecida previa. Asimismo, la cuantía de la indemnización debe ser correcta, de lo contrario supondría una improcedencia también para el empresario.
Otro error muy común a la hora de efectuar un despido es que el empresario no sea capaz de pagar el finiquito y esto puede acarrear problemas jurídicos. Una solución que escogen muchos empleadores de algunas compañías es declararse como insolventes y acudir al Fondo de Garantía Salarial (FOGASA).
ARTÍCULOS RELACIONADOS