La semana que viene está prevista una reunión entre la patronal, sindicatos y el Gobierno, dónde debatirán sobre la futura ley del teletrabajo. En el último borrador, se aclaran los límites en cuanto a la capacidad de control de las propias empresas frente a los empleados, y en ella se sigue dejando fuera de esta regulación a los trabajadores de la Administración Pública.
El coronavirus ha hecho que más de tres millones de personas realicen trabajo a distancia desde sus casas, lo que significa un 16,2% del total de ocupados. Por ello, es necesario regular este nuevo formato de trabajo que anteriormente casi ninguna empresa española lo desarrollaba.
En el último borrador del anteproyecto de ley enviado a la patronal y los sindicatos, se introducen algunos cambios si lo comparamos con el inicial, como el derecho al horario flexible, en el que se sigue manteniendo la flexibilidad pero de conformidad con los pactos realizados en el acuerdo con la empresa en concreto y la negociación colectiva. Además, está previsto que parte de la jornada laboral pueda ser con disponibilidad obligatoria.
Por otro lado, a este borrador también se añade la aclaración en cuanto a la vigilancia que la empresa puede ejercer sobre el empleado, pero del mismo modo, quedan las salvaguardar para el trabajador en relación a la protección de datos, igualdad de trato y la prohibición de discriminación en comparación con el resto de la plantilla que realice sus funciones de manera presencial o el registro horario flexible.
Cabe indicar, que el teletrabajo siempre será voluntario y reversible, además la nueva ley mantendrá en un mínimo del 20% de la jornada durante tres meses (un día a la semana) el trabajo distancia para así poder considerarlo como teletrabajo y aplicar la nueva normativa. Pero desde la CEOE, no están conformes con estas cifras ya que las consideran muy bajas.
En relación con los gastos que tenga que asumir el empleado para desarrollar su actividad tendrán que ser sufragados por la empresa en cuestión.
Además, según el Banco de España, antes de la llegada de la covid-19 el teletrabajo tenía unos valores bajos en comparación con otros países vecinos de la UE, ya que en 2018 el 13,5% de los ocupados trabajaban a distancia en Europa y solo el 7,5% en España.
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