Muchas personas se preguntan si es posible solicitar una incapacidad permanente aun cuando no se está trabajando en el momento de la solicitud. La respuesta es sí, es posible pedir una incapacidad sin estar actualmente en activo, siempre que se cumplan ciertos requisitos relacionados con las cotizaciones previas a la Seguridad Social y con el estado de salud del solicitante.
En este artículo, te explicamos las condiciones que debes cumplir para poder solicitar una incapacidad si no estás trabajando, los diferentes tipos de incapacidad permanente y cómo en LABE Abogados podemos ayudarte a gestionar este proceso de manera eficaz.
¿Qué es la incapacidad permanente?
La incapacidad permanente es una prestación que se otorga a una persona cuando, después de haber recibido tratamiento médico, presenta reducciones anatómicas o funcionales que disminuyen o anulan su capacidad para trabajar de manera definitiva. Este tipo de incapacidad puede ser total o parcial, dependiendo del grado de afectación para el desempeño laboral.
Tipos de incapacidad permanente
Existen diferentes grados de incapacidad permanente, que determinan el tipo de prestación a la que se tiene derecho:
Incapacidad permanente parcial: Es aquella que reduce en al menos un 33% el rendimiento laboral del trabajador en su profesión habitual, pero no le impide seguir trabajando.
Incapacidad permanente total: Inhabilita al trabajador para ejercer su profesión habitual, aunque puede dedicarse a otra actividad.
Incapacidad permanente absoluta: Impide al trabajador realizar cualquier tipo de trabajo, ya que sufre una limitación física o mental severa.
Gran invalidez: Es la situación en la que el trabajador, además de no poder realizar ningún tipo de actividad laboral, necesita la asistencia de otra persona para realizar actividades básicas de la vida diaria.
¿Se puede solicitar una incapacidad sin estar trabajando?
Sí, una persona que no está trabajando puede solicitar una incapacidad permanente, pero debe cumplir ciertos requisitos, especialmente en lo relacionado con el periodo de cotización y la relación con la Seguridad Social. Veamos cómo funciona este proceso:
Requisitos para solicitar una incapacidad sin estar trabajando
Para que una persona que no esté trabajando pueda solicitar una incapacidad permanente, debe cumplir con las siguientes condiciones:
Cotizaciones previas: Aunque no estés trabajando en el momento de la solicitud, es necesario haber cotizado un mínimo de tiempo a la Seguridad Social. El tiempo exacto de cotización depende de la edad y del tipo de incapacidad que se solicita.
- Si el solicitante es menor de 31 años, debe haber cotizado al menos un tercio del tiempo transcurrido desde los 16 años hasta la fecha de solicitud de la incapacidad.
- Si el solicitante tiene más de 31 años, debe haber cotizado al menos una cuarta parte del tiempo desde los 20 años, con un mínimo de cinco años de cotización.
Situación de alta o asimilada al alta: Aunque no se esté trabajando, es necesario encontrarse en situación de alta o asimilada al alta. Estas situaciones pueden incluir:
- Haber estado recientemente dado de baja como trabajador y estar percibiendo una prestación por desempleo.
- Estar en situación de paro involuntario con demanda de empleo registrada.
- Haber estado cotizando anteriormente como autónomo o trabajador por cuenta ajena.
Si no se está en una de estas situaciones, se puede solicitar una incapacidad, pero solo si la enfermedad o lesión causante de la misma deriva de un accidente de trabajo o enfermedad profesional.
Evaluación médica: Es fundamental contar con un informe médico que certifique que la persona está afectada por una enfermedad o lesión que le impida realizar su trabajo habitual o cualquier otro, según el tipo de incapacidad solicitada.
Casos específicos
Incapacidad por enfermedad común o accidente no laboral: Para estos casos, además de cumplir con los requisitos de cotización, la persona debe estar en situación de alta o asimilada al alta en la Seguridad Social.
Incapacidad por accidente laboral o enfermedad profesional: En este caso, no es necesario estar en situación de alta o asimilada al alta, ya que la incapacidad se deriva directamente de la actividad laboral que realizaba el trabajador.
Procedimiento para solicitar la incapacidad
El proceso para solicitar una incapacidad sin estar trabajando es similar al de los trabajadores en activo. Estos son los pasos principales:
Solicitud de incapacidad: Se debe presentar una solicitud ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), aportando los informes médicos que justifiquen la incapacidad y acrediten las limitaciones funcionales del solicitante.
Evaluación médica: El INSS evaluará la solicitud mediante su equipo de valoración de incapacidades (EVI), que analizará los informes médicos y la situación personal del solicitante.
Resolución: Una vez realizada la evaluación, el INSS emitirá una resolución concediendo o denegando la incapacidad. Si se concede, se determinará el grado de incapacidad y la correspondiente prestación económica.
Recurso: En caso de que la incapacidad sea denegada, se puede interponer un recurso ante la Seguridad Social o iniciar un procedimiento judicial para impugnar la decisión.
¿Cuál es la prestación económica?
La prestación por incapacidad permanente se calcula en función de la base reguladora, que tiene en cuenta las cotizaciones previas del solicitante y el grado de incapacidad concedido:
- En el caso de la incapacidad permanente parcial, se puede recibir una indemnización de un pago único equivalente a 24 meses de base reguladora.
- Para la incapacidad permanente total, la prestación es una pensión mensual equivalente al 55% de la base reguladora.
- En situaciones de incapacidad permanente absoluta o gran invalidez, la pensión es equivalente al 100% de la base reguladora, con un posible incremento si se requiere asistencia de una tercera persona.
Cómo en LABE Abogados podemos ayudarte
En LABE Abogados, somos expertos en derecho laboral y podemos ofrecerte asesoría especializada para solicitar una incapacidad permanente, incluso si no estás trabajando. Sabemos que este proceso puede ser complicado, y estamos aquí para ayudarte a maximizar tus posibilidades de éxito.
Nuestros servicios incluyen:
Asesoría personalizada sobre tus derechos: Te ayudamos a comprender si cumples con los requisitos para solicitar una incapacidad y te orientamos en el tipo de incapacidad que mejor se ajusta a tu situación.
Gestión integral del proceso: Nos encargamos de tramitar la solicitud ante la Seguridad Social, asegurando que todos los documentos y pruebas médicas estén correctamente presentados.
Defensa legal en caso de denegación: Si tu solicitud es rechazada, te representamos en recursos administrativos y judiciales para defender tu derecho a recibir la prestación por incapacidad.
Optimización de la prestación: Te asesoramos sobre cómo maximizar la pensión o prestación a la que puedes tener derecho, según tu base reguladora y grado de incapacidad.
Si necesitas asesoramiento sobre cómo solicitar una incapacidad permanente o si te han denegado tu prestación, no dudes en contactarnos.
Preguntas Frecuentes
¿Cómo afecta una incapacidad permanente total a la prestación por desempleo?
En algunos casos, estas dos prestaciones pueden ser compatibles, especialmente si se han acumulado suficientes días de cotización por desempleo.
¿Qué requisitos hay para obtener una incapacidad sin estar trabajando?
Los requisitos varían según el país y el sistema de seguridad social. Generalmente, se requiere un diagnóstico médico que justifique la incapacidad y, en algunos casos, haber contribuido previamente al sistema de seguridad social, aunque no estés trabajando actualmente.
¿Qué beneficios recibiría con una incapacidad sin empleo?
Los beneficios dependen de la normativa local y de tu historial de contribuciones a la seguridad social. Podrían incluir una pensión por incapacidad, acceso a servicios médicos gratuitos o subsidiados, y en algunos casos, ayudas para la reinserción laboral.
¿Cómo influye la falta de historial laboral reciente al solicitar una incapacidad?
La falta de un historial laboral reciente puede influir en el tipo y la cantidad de beneficios a los que tienes derecho. En algunos sistemas, las prestaciones se calculan en base a las contribuciones previas a la seguridad social.