Los permisos retribuidos son los días que el empleado puede faltar al trabajo sin que se le pueda descontar parte del salario, siempre y cuando haya una causa justificada. Estos permisos, regulados por el Estatuto de trabajadores en el artículo 37, tienen carácter de derecho mínimo, es decir, son objeto de ampliación y mejora – nunca de restricción – por convenio colectivo o acuerdo entre empresa y trabajador.
Es obligatorio el preaviso a la empresa para disfrutar de un permiso retribuido. No obstante, no está regulado el número de días de preaviso necesarios.
No hay que confundir estos permisos con los permisos no retribuidos, que permiten a los trabajadores ausentarse si cumplen unos requisitos legales, pero que no computa como trabajo efectivo, por lo que no tienen derecho a recibir una remuneración por ello. Además, estos permisos laborales no retribuidos no están contemplados legalmente en el Estatuto de los trabajadores, sino que se producen por acuerdo entre el empresario y el trabajador o a través del convenio colectivo.
Razones de permiso retribuido
Existen diversas situaciones en las que un trabajador puede solicitar un permiso retribuido:
Matrimonio
Cuando contraes matrimonio, tienes derecho a disfrutar de 15 días de permiso retribuido.
Nacimiento o adopción
En caso de nacimiento o adopción de un hijo, tienes derecho a un permiso de 2 días, que se amplía a 4 días si es necesario desplazarse a otra localidad.
Enfermedad o accidente
Si sufres una enfermedad o accidente grave que requiere hospitalización o intervención quirúrgica, tienes derecho a un permiso retribuido por hospitalización de 2 días, que se amplía a 4 días si es necesario desplazarse a otra localidad. También puede solicitarse un permiso retribuido cuidado de familiares. En casos de enfermedad menor que no requiere hospitalización, pero sí una consulta médica, tienes derecho a un permiso retribuido para ir al médico.
Fallecimiento familiar
En caso de fallecimiento de un familiar de primer o segundo grado, tienes derecho a 2 días de permiso retribuido, que se amplían a 4 días si es necesario desplazarse a otra localidad.
Mudanza
Si cambias de domicilio, tienes derecho a un día de permiso retribuido.
Realización de exámenes
Si eres estudiante y tienes que presentarte a exámenes, tienes derecho a un permiso retribuido de 2 días por examen, siempre que coincida con tu jornada laboral.
Además de las situaciones mencionadas anteriormente que pueden otorgar un permiso retribuido, existe una circunstancia especial que puede ocurrir en tiempos de crisis o emergencia, conocida como el permiso retribuido recuperable.
Duración del permiso retribuido
La duración del permiso retribuido varía según la causa que lo motive. En general, estos permisos laborales retribuidos suelen durar entre 1 y 15 días.
Cómo calcular los días de permiso
Para calcular los días de permiso a los que tienes derecho, debes contar desde el primer día en que se produce el hecho causante (por ejemplo, la fecha de la boda, el nacimiento del hijo, etc.) hasta que se cumpla el tiempo establecido para cada caso.
Procedimiento para solicitar el permiso retribuido
Comunicación con la empresa
Es importante que informes a tu empleador sobre la necesidad de tomar un permiso retribuido lo antes posible. La comunicación debe realizarse por escrito, preferiblemente a través de correo electrónico o algún medio que permita dejar constancia de la solicitud.
Documentación necesaria
En algunos casos, puede ser necesario aportar documentación que acredite la situación que motiva el permiso. Por ejemplo, si solicitas permiso por matrimonio, deberás presentar una copia del certificado de matrimonio; si es por nacimiento o adopción, el certificado de nacimiento o la resolución de adopción; en caso de enfermedad o accidente, un informe médico, etc.
Consecuencias de no cumplir con las obligaciones
Posibles sanciones
Si no solicitas el permiso retribuido de forma adecuada o no presentas la documentación necesaria, la empresa puede negarte el permiso o incluso sancionarte. Por otro lado, si te ausentas del trabajo sin haber solicitado el permiso, podrías enfrentarte a sanciones que van desde una amonestación hasta el despido, dependiendo de la gravedad de la situación.
Permisos laborales no retribuidos
A lo largo de nuestra vida laboral, pueden surgir circunstancias que requieran nuestra presencia o atención fuera del lugar de trabajo, y es importante entender cómo estas se traducen en términos de permisos laborales. Además de los permisos retribuidos, existen los permisos laborales no retribuidos y el reposo domiciliario.
Los permisos laborales no retribuidos o permiso no retribuido, como su nombre indica, son aquellos en los que el trabajador se ausenta del trabajo, pero no recibe una remuneración por el tiempo que dura el permiso. Estos permisos suelen ser utilizados para asuntos personales que no están cubiertos por los permisos retribuidos, y necesitan ser acordados con el empleador. El uso de este tipo de permiso puede variar desde unas pocas horas hasta varios meses, dependiendo de la situación.
El reposo domiciliario es un tipo de permiso que suele otorgarse cuando un trabajador se encuentra enfermo o está recuperándose de una enfermedad o cirugía. En este caso, el trabajador tiene la obligación de quedarse en casa para su recuperación, pero mantiene su remuneración. Este tipo de permiso debe ser indicado por un profesional médico y puede variar en duración dependiendo de la gravedad de la condición de salud del trabajador.
Conclusión
En resumen, el permiso retribuido es un derecho que permite a los trabajadores ausentarse del trabajo en situaciones específicas, sin perder su salario. Es fundamental conocer cuándo tienes derecho a solicitarlo y seguir el procedimiento adecuado para evitar problemas con tu empleador. Adicionalmente, algunos trabajadores pueden requerir reposo domiciliario por motivos de salud, y este tiempo también puede considerarse como horas retribuidas si se cumple con los requisitos y procedimientos establecidos.
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